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  • Foto del escritorDra. Esmeralda Herrero

LA PRIMERA VEZ EN EL DENTISTA

El refrán “La primera impresión es la que cuenta” cobra muchísima importancia si se trata de la primera visita al dentista.

Os daré algunos consejos y pautas para que su primera vez en el dentista resulte una experiencia divertida, agradable y ¡hasta que quieran repetir!

Primera visita en torno al primer cumpleaños

Insistimos siempre en que la primera visita sea entorno al primer cumpleaños ( sí, sí, cuando cumpla 1 año) porque es el mejor momento para informaros acerca de lo que va a ir sucediendo en la boca de vuestro bebé ( erupción de los primeros dientes, por ejemplo), síntomas normales ( babeo, necesidad de metérselo todo en la boca) y de los cuidados que debéis de tener en cuanto erupción en sus primeros dientes.


Esta sí es la PREVENCIÓN, así en mayúsculas. La visita será corta, enfocada sobre todo a explicaros a vosotros y la exploración del niño es rápida e indolora.

La primera experiencia es muy importante

Cuando acudís con vuestro hij@ porque se queja de dolor, no quiere comer, le veis un flemón o un agujero en una muela, debemos procurar que la experiencia del niñ@ sea lo más positiva posible. De ahí que NO solamos hacer tratamientos INVASIVOS en la primera cita, a no ser que sean de urgencia ( como un traumatismo, por ejemplo).


No es que no queramos tratar al niñ@, ¡¡¡al contrario!!! Queremos hacerlo en un ambiente que para él/ella resulte seguro y agradable y para ello necesitamos crear un vínculo de confianza que puede llevarnos una o dos citas más de DESINSIBILIZACIÓN.


Lo fundamental para que vuestro hij@ venga al dentista tranquilo y confiado se resume en 3 puntos:

1. SIN SUSTOS

NO asustes ni mientas al niñ@. Vuestra experiencia no tendrá seguramente nada que ver con la que va a experimentar el/ ella. Deja que seamos NOSOTRAS las que le contemos qué va a pasar, cómo y porqué. Tenemos un lenguaje adaptado a su imaginación para que ese vínculo de confianza se vaya forjando poco a poco. Es tan fácil como decirle: “yo no soy dentista, pero vamos a escuchar qué opina la doctora de esto y luego decidimos”.

2. VISITAS CORTAS

La visita será muy corta con tu hij@. Mucho. Tal vez dure 5 minutos y nos limitemos a inspeccionar y hacer unas “fotos” (rx) de su boca, si lo vemos conveniente. Hay niños con los que podemos avanzar más en la primera cita y otros que menos. Lo importante es respetar el ritmo que requiera cada peque y por supuesto no presionar ni hacer nada que resulte desagradable o negativo. Se trata de crear una experiencia que les sorprenda por divertida.

3. REFUERZO POSITIVO

Por tu parte y por la nuestra. Tu apoyo y tu cariño son de gran ayuda. Frases como: “Qué bien abres la boca, qué bonitos son tus dientes, me alucina cuánto rato aguantas con la boca abierta…” que no hagan referencia a que ha superado un miedo (no le demos a entender que es normal tenerle miedo al dentista!!), sino a que tiene una capacidad enorme de ayudarme en mi trabajo y va a ser facilísimo cuidar de sus dientes.



1. Tráenos a tu peque lo antes posible. La PREVENCIÓN empieza desde el 1r año de vida.

2. No permitas que tu experiencia condicione la de tu hij@. Las cosas han cambiado mucho desde que eras pequeño, y en el dentista también. Eres su espejo y su refugio. Tu tranquilidad es importante para él y su actitud frente a la cita.

3. Sabemos hacer que la experiencia resulte divertida, agradable y tu hij@ normalice sus visitas al dentista. ¡¡Incluso que quiera repetir!!

4. Un niño sin miedo al dentista será un adulto con la boca sana.

 

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